- Desmontar el grifo.
Desenrosque el grifo para quitarlo. Retire las tuercas del grifo y otras piezas. Retire el drenaje emergente. Si los grifos y las piezas son innecesarios, corte las tuercas y los tornillos con una herramienta giratoria u oscilante. A veces es difícil quitar un grifo debido a la cal, el moho o el óxido. Esto ayuda a eliminar funciones innecesarias.
- Silicona el grifo.
Las buenas marcas de grifos tienen dispositivos de seguridad para evitar que se acumule agua entre el grifo y el fregadero. El calafateo de silicona alrededor del grifo es una precaución. El sello adhesivo también te ayudará a instalar el grifo.
- Mejorar las líneas de suministro.
Un movimiento en falso durante la instalación del grifo puede provocar una fuga en el grifo. Esto ya no es un problema con las líneas de suministro del grifo. Si su línea de suministro parece vieja, actualícela para evitar problemas más adelante. Medir las líneas de suministro es esencial. Primero, mida la parte inferior de las líneas de suministro. Luego, si necesitas más líneas de suministro, puedes comprar extensiones.
- Revisar las válvulas del grifo de agua.
Apriete las válvulas flojas del grifo de agua para evitar fugas. Apretar demasiado dejará la válvula de cierre abierta.
- Aireador fuera.
Por último, retira el aireador del grifo. Esto se debe a que los trabajos de fontanería pueden desprender residuos y minerales. Cuando abras el suministro de agua, se quedarán sin agua y el aireador los habrá atrapado, provocando un grifo obstruido.
- Comprobación de fugas.
Verifique si hay fugas alrededor del grifo y debajo del fregadero después de abrir el agua. Verifique si hay fugas después de instalar el fregadero de la cocina o el grifo del baño y asegurarse de que todo funcione.
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